UN MEMORABLE 12 DE FEBRERO
Vienen a mi memoria dos hechos importantes en la historia de nuestra Patria: El descubrimiento del Río Amazonas el más caudaloso del mundo por Francisco de Orellana y la Conmemoración de los doscientos años del científico Charles Darwin que estando en nuestras Islas de Galápagos, reforzó su tan admirable teoría de la evolución de las especies mediante la selección natural. Ambos acontecimientos nos enseñaron en el Colegio y los recuerdo perfectamente.
DESCUBRIMIENTO DEL AMAZONAS
Estando en Quito los conquistadores españoles supieron de la riqueza de El Dorado en el Oriente y organizaron una expedición para conseguir ese oro tan ansiado por ellos, ya que en su conquista al llegar a Quito no encontraron sino una ciudad arrasada y quemada por Rumiñahui, quien ordenó matar a las Vírgenes del Sol y retirando todos los objetos de oro los ocultó en algún lugar que nunca lo declaró a pesar de caer prisionero en manos de los españoles quienes no solamente le torturaron sino que finalmente lo quemaron, llevando su secreto a la tumba.
Gonzalo Pizarro con Francisco de Orellana armaron una expedición con varios españoles, cientos de indios, muchos caballos y con ingentes vituallas y alimentos para dicha expedición. Cruzaron la Cordillera Oriental de los Andes y penetraron en el Oriente y llegaron al Río Coca y al Napo, en donde armaron una buena barcaza para el viaje fluvial. Gonzalo Pizarro ordenó que Francisco de Orellana se embarque con algunos expedicionarios a explorar esa región en busca del ansiado Dorado. Al viajar varios días siguiendo el curso del río los expedicionarios encontraron a unas hermosas mujeres guerreras que las bautizaron con el nombre de Amazonas y después de varias semanas de recorrido llegaron por ese caudaloso río a desembocar en el Atlántico y de ahí se dirigió a su madre patria España en donde informó a sus Reyes su descubrimiento y solicitó fondos para una nueva expedición al Río Amazonas. Cansado de esperar Gonzalo Pizarro se vio obligado a regresar a Quito con pocos hombres, ya sin indios ni caballos y luego de varias semanas arribaron a Quito andrajosos, descalzos, con hambre y enfermos.
En una hermosa lápida colocada en la Catedral de Quito reza: "Es Gloria de Quito el descubrimiento del Río Amazonas".
En tiempo de la Colonia habían muchas misiones religiosas repartidas por nuestro Oriente como Dominicos, Capuchinos y especialmente Jesuitas, quienes llegaron al Oriente para catequizar a los jíbaros y autóctonos hasta cerca de Iquitos. Pero desgraciadamente por la expulsión de los Jesuitas ordenada por el Rey Español nuestro Oriente quedó desprotegido y los ambiciosos peruanos aprovecharon para adentrarse en nuestro territorio y en el conflicto de 1.941 con el Perú perdimos la mayor parte de territorio amazónico dejando de ser el Ecuador un país Amazónico luego del Protocolo de Río de Janeiro que nos impusieron los Garantes estando nuestras fronteras invadidas por las tropas peruanas tanto en la región Oriental como la Provincia de El Oro.
Razón tenía Monseñor Federico González Suárez que en 1.912 cuando las tropas peruanas pretendían invadir el sur ecuatoriano se enfrentó valientemente el General Eloy Alfaro y González Suárez alentó a nuestras tropas diciendo "si el Ecuador desaparece que desaparezca, pero con el arma en brazo y el pecho erguido y no envuelto en los hilos de la Diplomacia", pues igual cosa ocurrió con los Garantes en la guerra no declarada entre Perú y Ecuador, que a pesar de que nuestras tropas defendieron heroicamente Tiwinza en la guerra del Cenepa, tales Garantes volvieron a desmembrar nuestro territorio.
Vienen a mi memoria dos hechos importantes en la historia de nuestra Patria: El descubrimiento del Río Amazonas el más caudaloso del mundo por Francisco de Orellana y la Conmemoración de los doscientos años del científico Charles Darwin que estando en nuestras Islas de Galápagos, reforzó su tan admirable teoría de la evolución de las especies mediante la selección natural. Ambos acontecimientos nos enseñaron en el Colegio y los recuerdo perfectamente.
DESCUBRIMIENTO DEL AMAZONAS
Estando en Quito los conquistadores españoles supieron de la riqueza de El Dorado en el Oriente y organizaron una expedición para conseguir ese oro tan ansiado por ellos, ya que en su conquista al llegar a Quito no encontraron sino una ciudad arrasada y quemada por Rumiñahui, quien ordenó matar a las Vírgenes del Sol y retirando todos los objetos de oro los ocultó en algún lugar que nunca lo declaró a pesar de caer prisionero en manos de los españoles quienes no solamente le torturaron sino que finalmente lo quemaron, llevando su secreto a la tumba.
Gonzalo Pizarro con Francisco de Orellana armaron una expedición con varios españoles, cientos de indios, muchos caballos y con ingentes vituallas y alimentos para dicha expedición. Cruzaron la Cordillera Oriental de los Andes y penetraron en el Oriente y llegaron al Río Coca y al Napo, en donde armaron una buena barcaza para el viaje fluvial. Gonzalo Pizarro ordenó que Francisco de Orellana se embarque con algunos expedicionarios a explorar esa región en busca del ansiado Dorado. Al viajar varios días siguiendo el curso del río los expedicionarios encontraron a unas hermosas mujeres guerreras que las bautizaron con el nombre de Amazonas y después de varias semanas de recorrido llegaron por ese caudaloso río a desembocar en el Atlántico y de ahí se dirigió a su madre patria España en donde informó a sus Reyes su descubrimiento y solicitó fondos para una nueva expedición al Río Amazonas. Cansado de esperar Gonzalo Pizarro se vio obligado a regresar a Quito con pocos hombres, ya sin indios ni caballos y luego de varias semanas arribaron a Quito andrajosos, descalzos, con hambre y enfermos.
En una hermosa lápida colocada en la Catedral de Quito reza: "Es Gloria de Quito el descubrimiento del Río Amazonas".
En tiempo de la Colonia habían muchas misiones religiosas repartidas por nuestro Oriente como Dominicos, Capuchinos y especialmente Jesuitas, quienes llegaron al Oriente para catequizar a los jíbaros y autóctonos hasta cerca de Iquitos. Pero desgraciadamente por la expulsión de los Jesuitas ordenada por el Rey Español nuestro Oriente quedó desprotegido y los ambiciosos peruanos aprovecharon para adentrarse en nuestro territorio y en el conflicto de 1.941 con el Perú perdimos la mayor parte de territorio amazónico dejando de ser el Ecuador un país Amazónico luego del Protocolo de Río de Janeiro que nos impusieron los Garantes estando nuestras fronteras invadidas por las tropas peruanas tanto en la región Oriental como la Provincia de El Oro.
Razón tenía Monseñor Federico González Suárez que en 1.912 cuando las tropas peruanas pretendían invadir el sur ecuatoriano se enfrentó valientemente el General Eloy Alfaro y González Suárez alentó a nuestras tropas diciendo "si el Ecuador desaparece que desaparezca, pero con el arma en brazo y el pecho erguido y no envuelto en los hilos de la Diplomacia", pues igual cosa ocurrió con los Garantes en la guerra no declarada entre Perú y Ecuador, que a pesar de que nuestras tropas defendieron heroicamente Tiwinza en la guerra del Cenepa, tales Garantes volvieron a desmembrar nuestro territorio.
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